Quién soy

Partiendo de que no es nada fácil responder a esto (empezamos bien...), diremos que soy una chica joven, que ha finalizado su carrera en Nutrición Humana y Dietética, que también ha finalizado su Máster en Avances de Calidad y Tecnología Alimentaria, y que aún no sabe qué hacer con su vida porque se siente muy pequeña en esto del mundo laboral. 

Vamos, que ahora mismo soy una nini.

Ilustración personalizada de Miss Soez

Tras diversos intentos fallidos de intentar optar a una beca de investigación y no recibir ninguna, he decidido no esperar a que el trabajo venga a mí e ir yo a por el trabajo.

En mi gremio, la mayoría de los profesionales son autónomos, por lo cual seguramente yo también lo seré. Y me encanta, no os penséis que me echa para atrás eso de las cuotas que se pagan en España y lo fácil que es emprender en este país, que me he documentado mucho.

Pero hasta que el momento llegue y hasta que coja experiencia (si quieres contratarme no dudes en ponerte en contacto conmigo) estaré por aquí, al otro lado de la pantalla escribiendo para vosotros este magnífico blog.

Y para terminar, aquí os dejo un texto sobre los ninis (sacado de este blog del Instituto de Ciencias de la Nutrición y la Salud, donde sigo formándome ahora, que me encanta y más inspirador no puede ser), que espero que os haga reflexionar como lo ha hecho conmigo y a ver si así conseguimos quitarnos esa etiqueta tan despectiva:

"Uno de tantos estigmas que arrastra la gente joven de forma gratuita  e injusta, es el de “ni-ni”. Una generación que, dicen aquellos nostálgicos de tiempos pasados, “ni estudia, ni trabaja”.

Se atribuyen los fracasos del exogrupo a sus propios actos, algo que los sociólogos denominan agencia y los psicólogos denominan estilo atribucional. Pensar que el paro es culpa de la gente joven es como pensar que en el juego de las sillas y la música no hay sillas para todos porque la gente no corre lo suficiente. Se confunden causas y consecuencias. Esto ha generado un estereotipo injusto y peligroso, ya que el mismo estereotipo refuerza la conducta de frustración y evitación que se traduce en indefensión y pasividad de la gente joven. Ellos son víctimas de circunstancias económicas y planificación política que no han generado, y a las cuales jamás se les ha invitado a opinar o participar.

Las generaciones que disfrutaron de empleo estable lo hicieron gracias a una descomunal emisión de deuda que ahora pagan sus hijos con precarización, pérdida de empleo y supresión de políticas sociales. Es muy oportunista estigmatizar a una generación que ha sido desplazada de toda política socioeconómica y que durante décadas no ha tenido voz ni voto en las decisiones políticas del país.

Estimado ni-ni: es cierto que hay muchos nubarrones ahí fuera que no están bajo tu control y que te ha tocado injustamente cargar con ellos. Pero recuerda esto: sí que está bajo tu control coger un paraguas y caminar con paso firme hacia una meta clara que debes proponerte."